Hasta aquí el paseo que le he propuesto al amigo lector por uno de los misterios eternos de nuestro mundo, el misterio de los Misterios, “el As en la manga de Dios” como diría mi admirado Juan José Benítez, un misterio que perdura a través del tiempo esperando que el osado investigador, asépticos de viejas tradiciones o modernos convencionalismos se acerque a él y desvele lo que oculta.
Hace meses escribía esto: “La Síndone de Turín, majestuosa se alza antes mi, he tomado un vuelo hacía Italia, he aterrizado y tomado un taxi que me ha traído hacía este mágico enclave, hacía el lugar donde se encuentra expuesta en este año 2010. Allá, como un objeto que debe ser venerado, se encuentra embutida en gas inerte que le preserve de ese mismo tiempo que tan mal la ha tratado.
Se aprecian manchas parduscas, se adivina la silueta de un Hombre que tapa con sus manos sus partes más íntimas… Estoy deseoso de tomar una fotografía e invertir los valores en mi PC para que me muestre, en el”positivo”, el auténtico rostro de Cristo tomando por este humilde investigador.
Son momentos eternos, momentos interminables que hace que quiera saborear cada minuto de mi estancia en éste sagrado lugar donde se muestra esta sagrada reliquia.
Me voy disfrutando de cada segundo vivido y el haber estado tan cerca de la Sábana Santa y de la figura del Maestro”.
Espero que a lo largo de esta obra haya podido conocer mejor lo que los sindónologos llamamos “Sábana Santa”, que haya aprendido con su historia, con sus vicisitudes, con su amplio espectro sobre la sociedad actual, sobre la Fe que mueve, sobre el sufrimiento que llevó ese Hombre en ella grabado, sobre quién puede ser y quién quiero que sea…
Espero que esta obra le haya mostrado el camino hacia dos reliquias que deben ser una especie de “rara avis”, una especie de Quinto Evangelio presente y palpable al que podamos recurrir cuando nos planteamos la existencia de Jesucristo, cuando nos preguntamos por su realidad histórica, por la importancia de su figura y de su Mensaje. Espero que sepamos tener presente que este Misterio es el mayor que envuelve a nuestro mundo por que puede que contenga el Misterio mismo de la Vida.
La Sábana Santa y el Sudario de Oviedo, tan cerca y tan lejos, tan estudiados y tan desconocidos… ¿A quién contuvo? Quiero creer que al Maestro, al Galileo, al hijo de Dios…, quiero creerlo, pero si así no fuera también debe ser una medida para la reflexión, para el respeto, para la tolerancia, por que lo que representa va más allá de lo que puede llegar a comprender el ser humano.
Si tiene la oportunidad visite alguna de estas dos reliquias (que no siempre es fácil) y abra su corazón y su capacidad de análisis. Da igual hacia que lado del conocimiento le lleve, lo importante es que le habrá hecho pensar, estudiar, reflexionar, y con el tiempo llegar al Conocimiento.
La Sábana Santa y el Sudario de Oviedo, su eterno misterio capaz de cambiar mentes y personas, capaz de mover el mundo y parar el Tiempo, capaz de hacernos soñar y vivir aquello que llamamos Misterio.
Jose Manuel García Bautista
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